Ataques mortales contra chiítas en Afganistán, grupo Estado Islámico afirma explosión en mezquita

Una serie de explosiones en Afganistán el jueves mataron al menos a 16 personas e hirieron a decenas, según la policía y funcionarios de salud. Una rama local del Estado Islámico (EI) afirmó que un ataque a una mezquita chiíta en la ciudad norteña de Mazar-e-Sharif mató al menos a 11 personas.

Un ataque en Kunduz, otra ciudad del norte de Afganistán, mató al menos a cuatro personas e hirió a otras 18, según un portavoz de la policía de Kunduz.

Las explosiones tuvieron lugar durante el mes sagrado islámico del Ramadán y dos días después de que la explosión destruyera una escuela secundaria en un área predominantemente chiíta hazara de la capital Kabul, matando al menos a seis.

Se publicaron imágenes horribles en las redes sociales de víctimas que eran transportadas al hospital desde la mezquita Seh Dokan en Mazar-e-Sharif, la capital de la provincia norteña de Balkh.

"La sangre y el miedo están por todas partes", dijo a la AFP Ahmad Zia Zindani, portavoz del departamento provincial de salud pública de Balkh, y agregó que "la gente gritaba" mientras buscaba noticias sobre sus familiares en el hospital.

"Los familiares de las víctimas llegaron a los hospitales de la ciudad en busca de sus seres queridos. Muchos residentes también vinieron a donar sangre", dijo Zindani.

En Kunduz, una bicicleta bomba tuvo como objetivo un vehículo que transportaba a técnicos que trabajaban para los talibanes.

La comunidad afgana chiíta hazara, que representa entre el 10 y el 20 por ciento de los 38 millones de habitantes del país, ha sido blanco durante mucho tiempo del grupo Estado Islámico, que los considera herejes.

'Bolsa con trampa explosiva' en mezquita

"Los soldados del Califato lograron introducir una bolsa de trampas explosivas" en la mezquita de Mazar-e-Sharif y detonarla desde la distancia después de que estaba repleta de creyentes, dijo el grupo Estado Islámico en un comunicado.

El martes, dos explosiones frente a una escuela en un barrio chiíta de Kabul mataron tristemente al menos a seis personas e hirieron a otras 25.

Ningún grupo se atribuyó la autoría de ese ataque.

Los funcionarios talibanes insisten en que sus fuerzas han derrotado al grupo Estado Islámico, pero los analistas dicen que el grupo yihadista es un gran desafío para la seguridad.

Desde que tomaron el poder, los talibanes han allanado regularmente escondites del grupo Estado Islámico en la provincia oriental de Nangarhar.

En mayo del año pasado, por lo menos 85 personas, en su mayoría estudiantes, murieron y otras 300 resultaron heridas cuando tres bombas explotaron cerca de su escuela en el barrio Dasht-e-Barchi de Kabul, dominado por los chiítas.

Ningún grupo se atribuyó la autoría de ese atentado, pero en octubre de 2020 el grupo EI admitió un atentado suicida en un centro educativo de la misma zona en el que murieron 24 personas, entre ellas estudiantes.

En mayo de 2020, se culpó al grupo de un sangriento ataque a una sala de maternidad de un hospital en la misma zona que mató a 25 personas, incluidas nuevas madres.

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